La publicación de tan sólo 10 ejemplares pretende fundir lo analógico y lo digital, creando un juego donde el lector sea parte de la obra
No corren tiempos fáciles, en la calle hay sólo una palabra en boca de todos y, lo más preocupante, se respira tristeza en el ambiente. Resumiendo, la gente, poco a poco, ha dejado de soñar. Pero con ilusión, ganas, esfuerzo y talento también es posible cerrar los ojos y echarse a volar.
Así es como nace “Trazos Viajeros”, el segundo trabajo editorial dentro del Colectivo de Ilustradores Canarios, un grupo fruto de la casualidad más pura en las redes sociales, pero con cerca ya de 300 miembros, y que, con su anterior proyecto “Canarias 1400” están cercanos a vender la friolera de los 1000 ejemplares en tan solo un mes.
Aquí, como hicieran en su día, se reinventan y sacan de su chistera este fanzine ilusionante y gratuito llamado “Trazos Viajeros”: un proyecto interactivo de sólo 10 ejemplares de tirada, inacabado a propósito, que tienen como único fin viajar libre, de mano en mano, hasta donde los lectores quieran y con el sano objetivo de fomentar la lectura y la creatividad del lector para que se exprese con sus propias manos lo que desee, principalmente por medio del dibujo en algunas de las viñetas reservadas para ello.
Autores
La iniciativa de este primer número parte de Felipe Lorenzo que junto a José Carlos Bonilla coordinan la presente edición. Se prestan a participar en el juego autores como Yanet Acosta Meneces (Garachico, Tenerife) periodista gastronómica y autora del libro “El Chef a muerto”, Raul Sánchez Quiles (Santa Cruz de Tenerife), periodista y especialista en relatos breves, Ekaitz Ortega (Bibao), ganador del premio Avalón en el año 2009, autor del poemario Tocando Hueso y de una treintena de relatos publicados, Pilar Martín (La Orotava) autora especializada en el relato corto y el propio José Carlos Bonilla (Santa Cruz de Tenerife) autor de varios relatos en “Canarias 1400”.
Un juego interactivo
Así “Trazos viajeros” está concebido para ser un juego, que mezcla lo analógico y lo digital, donde el lector, si está dispuesto, puede formar parte de la obra, dibujando o escribiendo en ella, para luego pasar el ejemplar a otra persona que quiera formar parte del juego. Todas estas transformaciones se pueden registrar en una página web para compartir la experiencia: fotografiar el ejemplar en el sitio donde vive el lector, escanear la intervención o indicar donde está el ejemplar.
La publicación se puede seguir a través de la página:http://trazos-viajeros.blogspot.com desde donde podemos estar al tanto del proyecto y acceder a su perfil de Facebook para ver las últimas actualizaciones.
Por tanto, cada ejemplar de Trazos Viajeros es un ser vivo único, es de los lectores y de los autores, pues tiene el alma y el corazón que durante el viaje le hayan dado los afortunados que lo hayan tenido entre sus manos.
Pero el juego tiene un principio y un fin, siendo el 1 de Mayo la fecha en la que los ejemplares deberán volver a casa, ya maduros, se escanearán y se pondrán a disposición de todo el mundo en formato digital.
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